Dr. Costurero Erick Bostrom.
Esta es una historia de costura realmente inspiradora, y verán por qué!
Se trata de un médico llamado Erik Bostrom que se ha dado a la tarea de confeccionar y coser él mismo, con sus propias manos, mantas o cobijas para cada uno de los bebés que ayuda a venir al mundo.

Bostrom se graduó en la Universidad de Minnesota en St. Cloud, obteniendo su título de médico en la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota en Minneapolis. Graduado como cumlaude, Bostrom obtuvo su licenciatura en física de la Universidad de Bethel en St. Paul.
El Dr Erik Bostrom practica la medicina familiar para todas las etapas de la vida, incluida la obstetricia, la pediatría y los adultos jóvenes y mayores. Describe así su enfoque personal sobre la atención médica: “Creo que un médico debe ser atento, compasivo y competente. Como médico, quiero capacitar a mis pacientes para que se responsabilicen de su salud y los ayude a lograr sus objetivos de salud. Creo que cada persona es única y trato de desarrollar un plan individualizado para cada uno de mis pacientes «.
El doctor Erik Bostrom se ha dado a la tarea de coser una mantita personalizada, a la cual le borda el nombre, la fecha de nacimiento, el peso y la talla de cada bebé que nace en sus brazos y bajo su supervición. Con ésto ha generado una marejada de admiración por parte de su comunidad, y se ha extendido al resto del mundo!
Siendo aún un joven médico en Aitkin, Minnesota (EE.UU.), Bostrom buscaba la manera de hacer sentir más cómodas a sus pacientes en “el proceso de dar a luz”. Una enfermera le sugirió la idea de coser las mantas, pero Bostrom no tenía realmente idea de cómo hacerlo. ¡No sabía nada de costura! y nunca había confeccionado nada en su vida.
Por suerte para él, su cuñada se dedicó a enseñarle, ya que le pareció una loable forma de dar la bienvenida a los bebés. En cuanto a su avance en corte y confección, el Dr Erik afirma que “en realidad, coser no es tan difícil como pensaba”.
Dos años luego que inició aquel hermoso proyecto, la tradición se mantiene firme. Una paciente y reciente madre, llamada Lacie Hietalati, declaró: “Es una hermosa manta, y pienso que mi bebé atesorará este gesto durante toda su vida. El doctor dedica un tiempo extra dentro de su apretada agenda, para coser cobijas por amor a sus pacientes. Es un tremendo detalle, y siempre le estaré agradecida”.
Fuente: aleteia.org
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